viernes, 9 de mayo de 2014

En busca de la fiambrera perdida

Hay miles, aunque casi nadie los ve, y pueden estar en cualquier sitio. Entre unos matorrales, cerca de una estatua, en una fuente o al cobijo de paredes falsas. Es difícil encontrarlos por casualidad y sus características no llaman demasiado la atención: pequeños objetos que no suelen tener mucho valor económico metidos generalmente dentro de fiambreras. Así son los caches o tesoros, las cajas más preciadas para los seguidores del geocaching, un juego considerado deporte por algunos que cada vez tiene más adeptos en todo el mundo.


OPINIÓN: Nosotros creemos que el geocaching es bueno para encontrar cosas que no se pueden encontrar por todos los sitios normales que son muy fáciles de ver.

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