jueves, 30 de enero de 2014

El Atlético asalta San Mamés.

Y al final se perdió la magia. Cuando parecía que bajo la manga no había nada, apareció el conejo y San Mamés descubrió que para el truco no hacían falta muchos elementos. El partido se había preparado para la ocasión. Peñas, acompañamiento del equipo, fogonazos periodísticos, tradición, influjo y todos los sustantivos y adjetivos que se quieran usar para facilitar el placer de la Copa del Rey. Pero a la postre, con cinco disparos a puerta el Atlético, el rey de la simplicidad, se llevó el partido y la eliminatoria sin tener muy claro por qué. Ni cómo. Pero se lo llevó con dos goles oportunos, adecuados, sin demasiado lustre, pero efectivos, y se enfrentará en semifinales al Real Madrid.

No hay comentarios:

Publicar un comentario